miércoles, 16 de abril de 2014

Juan Jose Jimenez

Apodado "Sandokán" o "Juan Jose de Nazaret", este lateral con pinta de Jesucristo corrió por la banda derecha del Cádiz durante diez años, con un paréntesis de tres temporadas en el Real Madrid. Sus buenas actuaciones en el club blanco incluso le sirvieron para ser internacional en cuatro ocasiones, entre 1982 y 1983, aunque nunca llego a ser un fijo en la escuadra española. La brevedad de su carrera internacional pudo deberse a un feo gesto que dedico a unos directivos de la federacion, cuando tras un partido en Malta, Juan Jose decidio hacerles un calvo desde la ventanilla del autobus del equipo.

Gaditano de pura cepa, el Juan Jose adolescente comenzo a darle patadas a un balon en el modesto Regina Pacis de su ciudad natal. Pronto fue fichado para el filial del Cadiz para, tras una cesion en el Jerez Industrial, dar finalmente el salto al primer equipo en 1978. Tras unas espectaculares temporadas y coincidiendo con el desgraciado descenso a Segunda del Cadiz, el Real Madrid decide ficharlo en 1982. Juan Jose comienza siendo titular indiscutible en su primera temporada pero a partir de la segunda, un joven canterano llamado Chendo comienza a desplazarle al banquillo. De esta epoca madridista nos queda la mitica imagen del gol que intenta evitar ante Maradona que, tras un jugadon, le recorta en el area para acabar marcando y viendo como Juan Jose cae con tan mala fortuna que acaba dandose con el poste de la porteria en los mismisimos huevos.

En 1985, totalmente defenestrado en el club blanco, el presidente Mendoza decide no renovar su contrato. Juan Jose se quedo sin equipo tras unas fallidas negociaciones con el Betis. Pero ahi estaba el Cadiz de su vida, que ya con la temporada empezada, decidio darle una oportunidad. Volvio a rendir a bastante buen nivel durante otras seis temporadas, pero al final la historia se volvio a repetir y en 1991 Juan Jose no fue renovado. Ya con 34 años y ante la dificultad de encontrar un nuevo equipo, finalmente Sandokan decide colgar las botas.

Pronto de dio cuenta de que el mundo del fútbol le iba a cerrar las puertas para siempre, así que, tras gastar parte de la fortuna ahorrada, comenzó a buscar cualquier trabajo con el fin de salir adelante. Ejercio como vendedor y como jefe de comedor en un restaurante, pero seguia su cuesta abajo ya que ningun trabajo le duraba demasiado. En esta época oscura y perdida, Juan José comienza a sentir una debilidad existencial que le acerca a la cocaína, siendo detenido en 1993 por pertenecer a una red que traficaba con droga. 

Durante muchos años sus únicos ingresos vinieron del reparto de propaganda por los buzones. Su única reaparición en una televisión tras dejar el fútbol se produce a mediados de los 2000 para pedir ayuda por su adicción farlopera que le está llevando a la ruina a la vez que deteriorando su salud. La afición gaditana se vuelca con su antiguo ídolo, que gracias a homenajes y ayuda desinteresada consigue salir del pozo en el que se había metido. Consiguio trabajo como obrero en los Astilleros de Puerto Real y comenzo a volver a la vida publica apareciendo de forma ocasional en alguna tertulia futbolística de la Cadena Ser. Tras una operacion de hernia discal, consiguio una jubilacion anticipada y comenzo una nueva vida como pensionista. Los que le conocen dicen que el único vicio que le queda es la tortilla de patatas.


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