Ramon Maria Caldere

Cuando debutó en el Barcelona muchos se preguntaban qué coño hacía ese abuelo jugando en el equipo de Terry Venables. Pero no nos engañemos, a pesar de tener una de las calvas más brillantes y recordadas del fútbol español, Calderé hizo su primera aparición en el primer equipo azulgrana con tan sólo 25 años. Producto de la cantera barcelonista, fue un eterno del Barcelona B, con un par de cesiones a Alcala y Valladolid, donde a pesar de que nadie lo recuerde (por increible que parezca por aquel entonces lucia una frondosa melena rubia), hizo su debut en Primera alla por 1980. Cinco años despues por fin se le daba una merecida oportunidad en el primer equipo del Barcelona, y bien que la aprovecho.

En tan solo una temporada, su exquisito juego en el medio campo, su eterna alopecia y su bigote ochentero le hicieron famoso. Se convirtio casi al instante en titular indiscutible en la seleccion española, firmando espectaculares partidos en el Mundial de México 86, como su doblete goleador ante Argelia. Aunque en aquel Mundial, Caldere sera siempre mas recordado por las enormes diarreas que cogió a su llegada al país (el mal de Moctezuma, ya se sabe). Llego a jugar un total de 18 partidos con España, anotando la nada envidiable cifra de siete goles, y eso que jugaba en el centro del campo.

De aquel mundial de Mexico Caldere tambien se llevo un positivo por doping tras el partido contra Irlanda del Norte. Los doctores que le trataban aseguraron que todo era debido a los medicamentos que se le suministraron para combatir la deshidratacion por las fuertes diarreas. Las explicaciones convencieron a las autoridades deportivas y el jugador nunca fue sancionado. Pero lo cierto es que desde entonces se empezo a mirar a Caldere con lupa, verdad es que nunca mas volvio a dar ningun positivo, pero tambien que su rendimiento fue paulatinamente bajando en las siguientes temporadas.

Tras el ostracismo en el Barcelona B, este exito fulgurante habia llegado demasiado deprisa para Caldere. Y como suele pasar en estos casos, tambien iba a desaparecer muy rapido. En 1988, habiendo bajado ya bastante su rendimiento, el Barcelona le despide. Juega una temporada en el Betis pasando bastante desapercibido, el equipo desciende y Caldere decide seguir otro año en Segunda. Al final tambien se le despide del Betis y se queda sin equipo. Intentando evitar la retirada, en 1990 consigue un contrato de tres años con el Sant Andreu en Segunda División B.

Durante esta etapa más que jugar, se arrastraba por los campos de la zona del levante español, siendo más famoso por sus excesos etílicos en noches de juerga que por sus jugadas sobre el césped. Estos excesos le jugaron una mala pasada en su último partido como profesional. Calderé saltó al terreno de juego completamente ebrio y tras una decisión arbitral que no compartía, se lio a mamporros con el colegiado del partido, el cual tuvo que acabar en el hospital más cercano. El jugador fue sancionado de por vida, pero esto no le impidió sacarse el título de entrenador años después.

Ya bastante pasado de peso, quiza por eso de dejar el ejercicio, quiza por su aficion a la bebida, su carrera en los banquillos se ha limitado a modestos clubes de Tercera y Segunda B. Hasta 2008 solo dirige a equipos catalanes, salvo una temporada en el Ceuta. Ese año, en el banquillo del Reus, y en una eliminatoria de promocion contra el Sangonera, Caldere acaba en detenido y en el calabozo por liarse a bofetadas con la Guardia Civil. Al parecer la Benemerita intentaba proteger al arbitro cuando Caldere intentaba recriminarle que no hubiera agregado mas tiempo al final del partido.

No sabemos si tambien con mas whiskys de la cuenta como cuando era jugador, pero el caso es que Caldere repetia sus errores del pasado. De esta forma acababa su carrera como entrenador en Cataluña, lo cual no le ha impedido seguir aferrado a los banquillos, dirigiendo en los ultimos años a Teruel, Palencia y Burgos.